miércoles, 6 de febrero de 2008

I.- LAS CARACTERÍSTICAS DEL APOLOGETA CRISTIANO; TESTIMONIO Y DEFENSA RAZONADA DE LA FE.

APOLOGÉTICA CRISTIANA I

Por Alvaro Donoso Ávila

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Las personas responden al evangelio por varias razones – algunas a partir del dolor o de una crisis, otras a partir de una necesidad emocional como la soledad, la culpa, la inseguridad, etc.


Y otros parecen tener dudas intelectuales que bloquean su apertura a aceptar la credibilidad del mensaje cristiano. Estos, con nuestra ayuda, podrán encontrar en Cristo las respuestas a sus dudas y preguntas intelectuales, aun cuando el fondo de su necesidad es de naturaleza espiritual.


Quienes hoy están comprometidos activamente en el evangelismo reconocen claramente la necesidad de este tipo de información para testificar a ciertas personas, y hoy hay muchas más personas que dudan y escépticos ahí afuera que lo que había veinte años atrás.


personales debemos tener para presentar el mensaje de Cristo y dar razón de la esperanza que hay en nosotros.



I.1- Características personales :



A) Una persona auténtica.



Hay pocas cosas más difíciles que persuadir a personas que han hecho algo de la misma forma por 20 años a que lo hagan de otra forma; ¿ha experimentado esa sensación de rechazo frente a una invitación para asistir a una reunión de un partido político por el que nunca votó? entonces sabrá en que situación se encuentra alguien que siente que lo intentan persuadir a que cambie de idea, de hábitos, y cuanto más, de vida. Como seres humanos cultivamos hábitos conservadores y tendemos a prestar atención a aquellos mensajes con los que estamos de acuerdo previamente. Así mismo tenemos una resistencia natural a los cambios, a lo que nos inquiete y remueva nuestras convicciones; no queremos que nos persuadan de nada.



Dadas estas condiciones naturales de resistencia y prejuicio, ¿cómo podemos ayudar a las personas? ¿Qué estrategia tomar o actitud asumir -sin manipulaciones- para que las personas se muestren más abiertas a nuestra sana influencia? Una forma eficaz de hacerlo es tratarlas como nos gustaría que nos trataran a nosotros mismos, es decir, debemos actuar con empatía, ponernos en la situación del otro, escucharlo, dolernos con él. Como seres humanos -con toda nuestra complejidad- vivimos vidas imperfectas y problemáticas. La vida diaria nos pone en diversas tensiones y trances, muchos de ellos difíciles, las emociones acompañan estas vivencias, los pensamientos nutren de sentido o sin-sentido a estas experiencias reales. En otras palabras, el primer paso para ayudar a las personas a cambiar, es mostrar que les entendemos, que nuestra perspectiva para ayudarlas es la de un sediento que sabe dónde hay agua, es decir que maneja la información, aun cuando la fuente de agua viva sea Cristo el Señor y no nosotros, ser cristianos se convierte así en una labor asistencial, similar a la de un cuerpo de socorristas, por ello no debemos esconder nuestras flaquezas, nuestras dudas, nuestras faltas y nuestra experiencia concreta de ser cristianos. Estamos en el mundo, pero no somos del mundo, en el mundo tendremos aflicción, pero la diferencia es que Cristo venció al mundo por nosotros, de modo que llevamos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Esto además de ser estrictamente bíblico es psicológicamente efectivo, es decir funciona, porque la honestidad derriba cualquier objeción, dado que en el fondo intimo de cada persona que presenta una objeción al Señor o al evangelio late una profunda necesidad espiritual, muy concreta, a la que haremos bien en atender prioritariamente. Por ello también es fundamental saber escuchar y más aún discernir.



Al hacerlo así, el cristianismo pasa a ser algo más que un mero ejercicio intelectual, o una cruzada moral. Se convierte en algo que poseen seres humanos como ellos y así se les hace deseable experimentar la gracia que les anunciamos.


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B.- Una persona con credibilidad.



La persuasión depende a menudo de la credibilidad de la persona. Aristóteles inauguró la ciencia de la persuasión, la retórica. En esa obra describe las características de los oradores que hacían que sus auditores quisieran creerles sin importar lo que dijera. Si creemos que estamos escuchando a una buena persona, la causa parecerá probable. Vemos algo similar a lo anterior en las instrucciones de Pablo a Timoteo en relación con los líderes de la congregación: "Deben tener buen testimonio para con los de afuera"... ( I Timoteo 3:7) en otras palabras deben tener credibilidad.



Un rápido examen de las barreras antes mencionadas demostrará la importancia de este punto. Un número considerable de barreras existe debido al fracaso del cristiano en esta área. Nuestra maldad o inconsecuencia debilita y afecta la credibilidad del mensaje que predicamos” Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.”( Romanos 2:24) en referencia los judíos “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,”; 3:22 quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades. (I Pedro 2:11; 3:22) en referencia a los cristianos.



C.-Una persona dispuesta a fallar.



El evangelio es increíblemente importante. Puesto que es fundamental que sea comunicado en forma comprensible, relevante y claro. Tal comunicación exige una disposición para experimentar con nuevos métodos en nuevos contextos ( siempre que estos métodos no sean contrarios al evangelio mismo). A su vez, la experimentación implica una disposición a perder y después de haber perdido, a tratar una vez más con algo nuevo.



D.- Una persona comprometida a largo plazo



La mayoría de nosotros no fue persuadido a ser cristiano en un evento evangelístico aislado. Más bien nos convenció una serie de factores en un largo período de tiempo, por ejemplo : Al argumentar con nuestros amigos, observar sus vidas, leer, pensar en las consecuencias de embarcarse en la fe cristiana, etc.

La persuasión no ocurre con rapidez. A menudo lleva mucho tiempo y muchas discusiones.

Una característica clave del apologista cristiano es, por lo tanto, un compromiso para mantener las relaciones y dialogar a largo plazo.





I.2.-CARACTERÍSTICAS CRISTIANAS.



a.- Alguien persuasivo.



Si hemos de ser apologistas cristianos debemos hacer conciencia de nuestro mundo, de nuestros amigos y sus posturas. Debemos trabajar para aprender a argumentar contra dichas posturas. Los apologistas cristianos son persuasivos . Considere la carta de Pablo a los Gálatas, en la que trata de defender el evangelio contra la enseñanza de los incurso-tes judíos de la congregación. Su defensa es muy potente y descansa en un argumento muy detallado.



b.-Una persona que depende de la acción de Dios.



Si bien los apologistas cristianos están consientes de la importancia del argumento, creen a sí mismo que no es posible ganar a alguien por ese medio.

Después de todo, sólo Dios puede convertir corazones pecadores a él, y brindar un nuevo nacimiento. Los apologistas cristianos se caracterizan por su dependencia de Dios, confiando en que él trabaje por medio de la proclamación y los argumentos de ellos. Un buen ejemplo, se encuentra en la segunda epístola de Pablo a los Corintios en II Corintios13 :5 “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” Pablo argumenta en forma detallada y con aflicción, pudiendo estar enfrentando el fracaso. En este punto donde reconoce que si bien piensa estar en lo correcto, es de Dios en quien se debe depender para cambios del corazón y de actitud.



c.- Una persona flexible



La preocupación de Pablo por ver que la gente escuchara el evangelio y respondiera hizo modificar ciertas acciones de acuerdo con el contexto en que se encontraba.

Vemos esta flexibilidad en pasajes como I corintios 9:20-22 .9:20 “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. 9:22 “Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.” Esta flexibilidad le causó dificultades a Pablo y fue mal entendido por los cristianos. Tal flexibilidad también nos causará problemas sin duda alguna, y seremos mal entendidos. No obstante, como cristianos del siglo XX necesitamos aprender de Pablo. Debemos llegar a ser más audaces y flexibles, y un poco menos sensibles a temas que no tienen importancias, con el fin de poder alcanzar a personas que de todos modos estarían excluidas de la posibilidad de escuchar el evangelio.



d.- Una persona con ética evangélica.



La otra cara de la moneda, es que debemos reconocer que, en nuestra calidad de cristianos estamos sujetos a un grupo de principios que surgen del evangelio. Por tales principios nuestra flexibilidad tiene algunos límites ( nótese por ejemplo, los limites expresados en I corintios 9:20-22. pasaje antes mencionado).



Otra forma de decirlo es que nuestro método de presentar el evangelio no debe contrarrestar su contenido. no podemos predicar un evangelio de verdad y engañar con los medios que usamos para presentarlo. No podemos hablarle a la gente del gran amor de Dios hacia ellos al mismo tiempo que usamos la fuerza para obligarlos a creer.



Tampoco podemos decir que el evangelio es gratuito y cobrar un monto por el privilegio de oírlo.

Pablo captura algunas ideas en I Tesalonicenses 2:3-8. Cuando señala lo siguiente:

  • 2:3 "Por nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño

  • 2:4 sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así Hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

  • 2:5 Por que nunca usamos de palabras lisonjeras como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo;

  • 2: 6 ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos sernos carga como apóstoles de Cristo.

  • 2: 7 Antes fuimos tiernos ante vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.

  • 2: 8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no solo el evangelio sino nuestras propias vidas; por que habéis llegado a sernos muy queridos."

e.-Una persona llena de amor.



Jesús le dijo a sus discípulos que se les conocería y reconocería por su amor mutuo. Lo mismo es en nosotros, no podemos sino demostrar el mismo amor y calidad de personas que hemos recibido de la gracia de Dios, no podemos sino tener misericordia hacia los demás. Una vez más Pablo lo capta en II Corintios 5:11-21 ( véase particularmente los versos 11-15).

5:11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.
5:12 No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias y no en el corazón.


5:13 Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.


5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;


5:15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.


5:16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.


5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.


5:18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;


5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.


5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.


5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.





Alvaro Donoso Ávila

VER:

EL FESTIVAL JUDÍO DEL JUBILEO – “SUKKOT”, LA ACLAMACIÓN DEL PUEBLO Y LA GRACIA DE DIOS.


TEOLOGÍA - APOLOGÉTICA CRISTIANA; INTRODUCCIÓN


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Editado por Adolfo Vásquez Rocca para el sitio Web / Blog de Apologética cristiana administrado por el maestro Alvaro Donoso Ávila y Asesorado por el pastor Vicente Ulloa.

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